Fuente: Ivelise Feliciano
Por: Ivelise Feliciano
El exceso de antimicrobianos ha aumentado el riesgo al contagio de enfermedades que antes podían ser tratadas fácilmente con medicamentos, pero que hoy día no reaccionan con la misma eficacia, aumentando así el costo en el sistema de salud.
A lo largo de los años, se ha presentado una preocupación de parte de los profesionales en el área de las ciencias, debido a la resistencia que algunos microorganismos patógenos presentan frente a ciertos tratamientos para las infecciones.
De acuerdo con la Revista Panamericana de la Salud, la resistencia a antimicrobianos es uno de los efectos más graves provocados por el exceso de estos tratamientos.
Para el profesor en Inmunología de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA), Servy Serrano, antes de hablar de la resistencia a antimicrobianos hay que definir primero lo que es un antimicrobiano, por lo que añadió que “un agente antimicrobiano puede ser un agente químico que va a destruir, eliminar o prevenir una infección”.
“Generalmente cuando pensamos en antimicrobianos, pensamos en antibióticos, pero pueden ser otras sustancias como el alcohol y el yodo, porque van en contra de la vida de los microorganismos, ya sea inhibiendo o matándolos”, explicó el profesor.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), indicó que la resistencia a los antimicrobianos “ocurre cuando las bacterias, virus, hongos y/o parásitos cambian con el tiempo”. Este cambio causa que los medicamentos como los antibióticos no puedan combatir fácilmente al organismo que infecta a la persona debido a que el microorganismo puede adquirir un gen de resistencia que evita que el tratamiento utilizado tenga un efecto sobre ella. Entonces, mientras el medicamento ataca a algunos de estos organismos, el patógeno con el gen de resistencia aumenta en población, afectando a su vez a la persona y creando una infección más grave. Esta resistencia es parte de los mecanismos que posee el microorganismo para adaptarse al ambiente provisto y el desarrollo de una forma de supervivencia.
Servy Serrano explicó que dicho cambio al que entran los microorganismos (resistencia a antimicrobianos) se debe a una transformación genética del agente patógeno, ya que este crea unos mecanismos que inhiben el agente microbiano.
“Esos cambios genéticos se pueden dar a través de un plásmido (ADN extracromosomal) que codifica para la síntesis de enzimas (proteínas) que bloquean la acción antimicrobiana. Por ejemplo, hay bacterias que son resistentes a la penicilina y esto se debe a que producen unas enzimas llamadas penicilinasas que rompen el anillo de la penicilina, por lo tanto pierde efectividad”, indicó Serrano.
El profesor también explica que las bacterias adquieren dichos plásmidos a través de tres procesos. El primero de ellos es el proceso de conjugación, donde al haber contacto directo entre las bacterias, hay una transferencia de información genética. El segundo proceso es el de transformación, donde un ADN desnudo entra a la célula. El último de los procesos es el de transducción, donde un virus transporta el gen que codifica para la enzima.
Como parte de las consecuencias que crean la resistencia a antimicrobianos, Servy comentó que se pueden crear bacterias que no pueden ser inhibidas o destruidas por el anticuerpo. Esto ocasiona la creación de una superbacteria que nada la puede matar, por lo que aumentan las infecciones.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la resistencia a los antimicrobianos es una de las principales amenazas de la salud pública a las que se enfrenta la humanidad”.
Otras consecuencias
Un factor adicional que es parte del exceso a los antimicrobianos y que provoca resistencia a estos, es el uso de dichos tratamientos en los animales criados para el consumo humano. A los animales se les médica para su crecimiento o para combatir una infección, al igual que para prevenir que los animales que lo rodean no se vean afectados.
Según la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), esto “contribuye a la aparición de las bacterias resistentes a antimicrobianos que pueden ser transferidos al humano”. Por lo tanto, este efecto reduciría la efectividad de los tratamientos para las infecciones. La transferencia de estas bacterias no solo se produce entre animales o al consumir carne contaminada, sino al consumir agua o productos vegetales contaminados al no ser manejados con los debidos requerimientos establecidos por la FDA.
A los animales que son parte del ganado, como las vacas, se les trata similar a los humanos, ya que al identificarse la enfermedad se les provee con el tratamiento dependiendo del diagnóstico. Una de las enfermedades más comunes del ganado es la mastitis, una inflamación del tejido mamario que puede ser ocasionada por una infección bacteriana. Esta enfermedad puede ser tratada con antibióticos betalactámicos como los pomos, los cuales interrumpen el crecimiento de las bacterias al inhibir su pared celular (una capa que rodea a la célula para protegerla).
Según Reinaldo e Ivelisse Dorta, padre e hija pertenecientes a una familia de ganaderos, una vaca enferma es separada de las sanas para ser ordeñada y descartar la leche. La familia Dorta además indicó que tanto la Industria Lechera como el Departamento de Salud solicitan una muestra de leche para conocer la calidad del producto. Estas pruebas se realizan cada semana o cada mes respectivamente y se pueden realizar en diversos laboratorios como el laboratorio de salud de la Industria Lechera, o un laboratorio privado como el que tiene Vaca Negra en Hatillo.
Las pruebas de calidad para la leche son de suma importancia debido a que la FDA establece una cantidad máxima de bacterias permitidas en los alimentos para el consumo humano. Además,se ha comprobado que la leche de vaca no pasteurizada contiene genes resistentes a antimicrobianos que pueden ser transmitidos, por lo que porta un riesgo para el consumidor.
Para ser pasteurizada, la leche tiene que estar a una temperatura específica. Así lo hacía la familia Dorta antes de retirarse de la industria. “La leche tiene que estar en el tanque a una temperatura de 40 grados. Si la leche está un poco caliente o sale con un nivel de bacteria alto, se la llevan a comisión las primeras dos veces. Si la bacteria esta alta una tercera vez, te botan la leche como castigo” comunicó Reinaldo.
Efectos en la economía
Como parte de la causa del exceso de antimicrobianos, la resistencia a estos tratamientos provocaría que el sistema de salud mundialmente tenga un mayor gasto, debido a que se necesitarán tratamientos más costosos e innovadores de los que se utiliza usualmente, además de que los pacientes posiblemente requieran mayores días de hospitalización. La revista Medicina y Salud Pública estableció que “estimados calculan un costo de 20 billones de dólares en costos directos al sistema de cuidado de salud”.
Uno de los antimicrobianos más utilizados es el antibiótico, y de acuerdo con la revista Medicina y Salud Pública “se estima que hasta el 50% de los antibióticos que se prescriben a las personas no son necesarios o no se prescriben de manera óptima para que resulten ser efectivos”.
Los antibióticos son un tipo de medicamento que se utiliza para tratar infecciones bacterianas. Este medicamento ataca la pared celular, el cual es un tipo de cubierta que posee la bacteria para mantener su integridad; las proteínas, y sus ácidos nucleicos (material genético), por lo que pueden inhibir el crecimiento y la reproducción y se reproduzcan, y puede matarlas.
Según una revisión realizada por los científicos Junaid Ali, Qasim A. Rafiq, y Elizabeth Ratcliffe, del 80% de antibióticos vendidos en los Estados Unidos, solamente el 10% es prescrito correctamente, por lo que comprueba que hay un uso excesivo e innecesario de antibióticos. Es este el motivo que causa mutaciones en los genes de las bacterias y sus receptores, los cuales se deben unir a los antibióticos para que este haga su efecto.
No solamente la prescripción incorrecta de medicamentos es la causa por la cual las células bacterianas adquieren resistencia. Las farmacias también son un vehículo importante para la adquisición de estos medicamentos, en muchas ocasiones sin receta alguna.
Al preguntarle a la doctora Ivette Ruiz si las farmacias también causan este efecto, la médica de familia afirmó que en muchas ocasiones los pacientes piden algún medicamento y les proveen antibióticos sin tener el conocimiento real sobre lo que la persona padece. Además, también indicó que dependiendo de los síntomas que el paciente tenga, se le provee con un medicamento. Si el tratamiento no funciona, para ofrecerle un mejor tratamiento, según Ruíz “se manda a hacer un cultivo para ver si hay resistencia y sensibilidad”.
Sistemas de monitoreo y estudios de antimicrobianos para organismos resistentes
En el 2019, la OMS identificó 32 antibióticos en fase de desarrollo contra unos microorganismos dentro de la lista de la OMS de patógenos. Sin embargo, seis fueron clasificados como innovadores, es decir, tuvieron un nuevo impacto en los microorganismos que los demás antibióticos estudiados.
En Puerto Rico algunos de los microorganismos resistentes a antimicrobianos son la Neisseria gonorrhoea y el Staphylococcus aureus. Este último es el más común en algunos hospitales, según Servy Serrano.
Es tanta la importancia para reducir el exceso de los antimicrobianos que el expresidente de los Estados Unidos, Barak Obama, en el 2015 declaró que la resistencia a los antimicrobianos era un problema de seguridad nacional. Además, en el 1996, se había creado el programa National Antimicrobial Resistance Monitoring System (NARMS), “un sistema de vigilancia que recopila información sobre la resistencia a los antibióticos en las bacterias transmitidas por los alimentos”, y a su vez evalúa las tendencias de resistencia para la aprobación de nuevos tratamientos antibacterianos en productos derivado de los animales (carnes, lácteos, entre otros).
Este programa se formó en asociación con la FDA, quien coordina el mismo, el Departamento de Agricultura y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Según indicó el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, en el Diálogo de Alto Nivel sobre Resistencia a los Antimicrobianos, “solo trabajando juntos, nuestro mundo será mejor para las generaciones venideras. Podemos reconstruir mejor y más fuerte para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una mejor vida sin dejar a nadie atrás”.
La resistencia a los antimicrobianos es un problema que se debe atender a tiempo para evitar más infecciones difíciles de atender y evitar una futura pandemia.