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Por: Kariana Y. Vega Sánchez
Ayer, 20 de abril de 2023 se llevó a cabo un conversatorio dirigido por el Observatorio de Investigación Social (OIS) sobre el documental «El peso de las cenizas» de Kique Cubero García en la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA).
En la actividad estuvo presente Kique Cubero, productor del documental; Aldwin Colón Burgos, residente de la comunidad Miramar, la cual es la más cercana a la carbonera Applied Energy Systems (AES) en el pueblo de Guayama. Además, estuvo Víctor Alvarado Guzmán miembro de la Organización Ambientalista Comité de Diálogo Ambiental.
En este conversatorio se presentó una lucha contra la contaminación y a su vez se educó a estudiantes que desconocían de la situación que viven los residentes del área sur de Puerto Rico. Además, se presentó el problema que se estableció en Guayama hace 20 años. Problema que ha afectado la salud y el medio ambiente de la comunidad y que ha tenido ciertas repercusiones en la vida de personas inocentes que no se lucran en lo absoluto del proyecto.
La planta de AES, que ha estado produciendo electricidad en el pueblo sureño de Guayama desde noviembre de 2002, es la única planta de quema de carbón en Puerto Rico para generar electricidad. Dicha planta y sus desperdicios han generado serios problemas de salud en las comunidades aledañas, esto comprobado por varios estudios que se les han realizado a los residentes y que se presentan en el documental. El contrato de esta compañía vence en cuatro años y, sin importar las consecuencias que ha traído, están en busca de renovarlo.
En 1993, el entonces gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló firmó la orden ejecutiva que permite a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) comprar gas natural y energía de carbón, poco después se establece la compañía AES para producir electricidad mediante la quema de carbón con un contrato de 25 años que prometía que no se depositarían las cenizas ni sus derivados como desperdicios sólidos en los vertederos de Puerto Rico.
Los desperdicios fueron utilizados como relleno para estabilizar los suelos antes de construir, esto en varios proyectos de diferentes pueblos alrededor de la isla. Sin embargo, el mayor problema lo están enfrentando los residentes cercanos a la planta que diariamente respiran la contaminación por la actividad de la industria en Guayama. Según estudios, los residentes de las comunidades Santa Ana y Miramar tienen seis veces mayor probabilidad de sufrir enfermedades crónicas. Los residentes han notado la diferencia pues comparan su vida antes y después de la planta, y notan que ahora los arropa una ola de enfermedades, muerte y contaminación. Sin embargo, el gobierno no ha atendido la situación.
Los residentes denuncian que se les prometía que sería una energía más barata, no obstante, el costo para ellos no ha disminuido en absoluto. Al comienzo cuando estas comunidades intentaron hacer querellas, se les negaban ya que «las querellas para la AES debían hacerse en San Juan y no podían realizarse desde Guayama». Actualmente estas compañías aportan a las campañas políticas de diferentes partidos.
Según un inventario de emisiones tóxicas de la EPA mostró que una de las cinco empresas más contaminantes es la AES, la cual se encuentra en el primer lugar. Las otras cuatro empresas también se ubican en el área sur de la isla. La mayor cantidad de personas de escasos recursos y barrios empobrecidos también residen en esta región.
En el área sur se produce del 60% al 70% de la energía total que se consume en la isla. De ese 60% al 70% se consume en el área norte, especialmente en el área metro. Víctor Alvarado Guzmán, luego de este análisis expresó «En el área sur nos quedamos con la contaminación para poder generar energía para el área norte». Estas comunidades han estado expuestas a esta contaminación por 20 años provocándoles una «muerte lenta» con serias enfermedades que les afectan.
Existen otros métodos para poder energizar las comunidades. Según Alvarado Guzmán, «Dentro estas avalanchas que vienen para la cuestión energética y estamos hablando de 12,000 millones de dólares, lo que estamos impulsando es para que ese dinero se utilice para poner placas solares en los techos de las casas de las personas con sus baterías […] Hay estudios que demuestran que nosotros en 15 años podemos tener el 75% con energía de fuentes renovables si se utilizan los techos de las casas.»
«Cada uno de ustedes no son consumidores solamente, deben cambiar ese «chip» y verse como que son parte de la naturaleza […] Así que en lugar de verse como consumidores solamente, pueden verse como protectores que conviven con las especies», comentó Kique Cubero al finalizar el conversatorio.