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Por Messier Torres Feliciano
Por muchos años los libros han sido un pilar de las sociedades más avanzadas. En la actualidad, la tecnología permite que los lectores tengan acceso a un sinnúmero de libros en plataformas digitales. Sin embargo, el crecimiento de este mercado en Puerto Rico se encuentra estancado.
Según un artículo realizado por el escritor y periodista Fernando Gallardo Bustillo para la revista El Adoquín Times, en 2017 existían alrededor de 40 casas editoriales las cuales en su mayoría publicaban menos de 10 libros al año lo cual es un número bajo comparado con otros países de habla hispana.
Por otra parte, las editoriales independientes no cuentan con los recursos económicos para promover un crecimiento en esta industria. Este es el caso de Carlos Aníbal Colón Ruíz quien es parte de Editorial Pulpo, una editorial independiente que tuvo que cerrar tras la pandemia y no fue hasta hace poco que comenzaron nuevamente sus labores.
“Yo cerré la editorial cuando comenzó la pandemia y no la he abierto hasta recientemente que comenzamos a publicar nuevamente”, indicó Colón.
Editorial Pulpo comenzó como una librería que buscaba publicar obras de autores del área oeste de Puerto Rico, esto por la falta de editoriales en esta zona del país.
Colon Ruíz también expresó que es muy difícil el mundo editorial en Puerto Rico ya que es un trabajo muy arduo y muchas veces con poca recompensa. Las ventas de un libro publicado no son del todo seguras y además deben buscar donde se imprimirán y cómo se harán los libros, ya que no poseen una imprenta propia al igual que un gran número de editoriales en la Isla.
“Si el gobierno estableciera dinero para establecer editoriales, si las escuelas leyesen a los autores que se publican, si se presentarán los libros en las escuelas y universidades, si la educación fomenta lectura pues van a haber más personas leyendo por lo tanto la gente va a estar comprando más libros y eso va a crear más editoriales y librerías”, dijo Carlos Aníbal Colón Ruíz.
Asociaciones ausentes
Según el artículo escrito por Gallardo en el Adoquín Times desde 2015 la asociación Puertorriqueña de la Industria del libro no se reúne. En A Cuentagotas intentamos hacer contacto con dicha asociación pero no logramos comunicación.
Además, en Puerto Rico no existe una asociación o confederación a diferencia de otros países como España y Estados Unidos donde se vela por los derechos de las editoriales y los libreros en Puerto Rico. La Asociación Puertorriqueña de la Industria del Libro se fundó en 2015 para proponer la eliminación del IVU de 11.5% en la venta de libros, pero hasta la fecha no se sabe nada más sobre dicha entidad.
Al no tener una confederación o asociación funcional no hay estadísticas sobre el mundo editorial en Puerto Rico. Esto quiere decir que no se tiene conocimiento claro de cuánta cantidad de libros se crean, se exportan, se venden en las librerías o cuántas librerías existen realmente en la Isla.
¿Aun queda esperanza?
Una pequeña búsqueda revela que la gran mayoría de las librerías independientes se encuentran en el área metropolitana. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años donde las crisis causadas por la pandemia, huracanes y terremotos, le han dado un giro a la manera en que el mercado del libro planea plantearse.
En los pasados años una gran cantidad de librerías han cerrado, pero de igual manera otras han abierto, incluso adentrándose en el área digital como Libros 787. Así lo expresó Norberto González, quien es dueño de dos librerías en San Juan:Casa Norberto en Plaza las Americas y Librería Norberto González y que además posee una editorial llamada Editorial Gaviota.
La pandemia ha impulsado al mercado de los libros a adaptarse a la tecnología para poder brindar sus servicios a sus clientes. En el caso de Librerías Norberto González han adoptado la modalidad Pick Up, y por hacer las presentaciones de los libros de sus autores de manera online utilizando las redes sociales.
González explicó que el calor humano que tenían las presentaciones de libros en donde las personas van y llevan sus dudas y observaciones al autor ha sido reemplazado por una computadora en esta época pandémica lo que hace un poco más difícil a la hora de vender el libro.
En Puerto Rico existen editoriales, muchas de ellas emergentes, algunas otras llevan muchos años publicando y existen también los autores que autopublican sus libros, mencionó Norberto González.
Según Norberto González, a pesar de estos retos muchas librerías y escritores independientes están intentando llevar sus libros a otros países para venderlos, intentando ampliar sus lectores. Plataformas como Amazon y Libros 787 permiten tener un público más globalizado.
González estima que en Puerto Rico existían unas 40 o 50 librerías antes de la llegada de la empresa Borders a Puerto Rico que desde su perspectiva era una gran competencia para las librerías locales. Actualmente Gonzales dice que quedan unas 20 o 15 librerías pero que esto sigue en aumento y espera que comiencen a abrir nuevas librerías en los próximos años.
“Yo entiendo que los ciudadanos podemos contribuir haciendo los libros en Puerto Rico y dándose a conocer fuera de Puerto Rico. Muchos autores se están dando a conocer fuera de Puerto Rico. Existen movimientos de autores que van ellos mismos a promover sus libros fuera de Puerto Rico”, comentó Norberto González.
A pesar de los retos que enfrenta el mudo literario en Puerto Rico, las librerías y editoriales buscan expandir su alcance.