Foto por: Rob Prange

Por Jewel Echevarría

Jacob Blake, George Floyd, Breonna Taylor, Elijah Mcclain, la lista de nombres es muy extensa para incluirla en esta columna de opinión. Vemos día a día como algunos policías, particularmente en los Estados Unidos, matan, humillan y abusan a las personas negras.

Sí, aunque no veas información del movimiento Black Lives Matter constantemente en las redes sociales, no significa que vidas negras no estén luchando por su derecho a vivir en paz, sin violencia y abuso de poder solo por su color de piel.

Los derechos humanos no son “un asunto político” como el presidente Donald Trump intentó convencernos. Digo esto porque veo muchos rostros indignados ante la cancelación de las competencias del National Basketball Association (NBA), Women’s National Basketball Association (WNBA), Major League Baseball (MLB),  Major League Soccer (MLS), Women’s Tennis Association (WTA) y Association Tennis Association (ATP) debido a su participación en este movimiento tan importante en la historia de los derechos civiles. 

“No deben mezclar el entretenimiento o deporte con la política”, argumentan muchos. “¿Qué aportará cancelar o posponer los play-offs para un movimiento que no tiene nada que ver con el deporte?”, cuestionan otros.

¿Dónde está la humanidad? ¿Empatía? Estamos tan consumidos por el privilegio blanco que nos ofrece nuestro tono de piel que no vemos más allá de aquellas cosas que nos convienen directamente.

En otras palabras, el “privilegio blanco” -según el medio BBC- “sugiere que las poblaciones consideradas como blancas cuentan con derechos y beneficios gracias a su color de piel”.

Esto no quiere decir que nosotros como boricuas no experimentamos racismo o discrimen. Sin embargo, si viajamos a los Estados Unidos, no sentimos temor por nuestras vidas y de nuestras familias por nuestro color de piel.

Los deportes forman un rol muy importante en la mentalidad de los individuos que lo disfrutan. Sin embargo, la posición moral de los jugadores profesionales que participan en estas competencias no puede ser olvidada.

A los fanáticos del deporte, en conversaciones cotidianas les surge constantemente la pregunta “¿quién es tu deportista favorito?” Si el o la deportista que admiras vive una vida inmoral que va en contra de tus creencias, ¿sentirás orgullo declarar tu admiración hacía él o ella? ¿Qué dice eso de ti?

La influencia que tienen los deportes en la moral social es imprescindible y clara como el agua. Cuando vemos a federaciones nacionales e internacionales como estas unirse a un movimiento que busca la igualdad de etnicidad, raza y color de piel, esto provoca un cambio masivo en el corazón del individuo.

Cuando niños afro-americanos solo desean que sus voces sean escuchadas, logran verse representados por deportistas con su mismo color de piel, algo en ellos grita “¡Sí, existo, soy importante y merezco la igualdad!»

La violencia hacia las personas de piel negra no solo existe en los EE.UU. y eso está más claro que el agua. Esto es un dilema mundial. La participación de distintas organizaciones es crucial para el éxito de este movimiento.

Hoy día las personas negras enfrentan un tipo de segregación que amenaza su existencia de manera violenta. Esto no culminó cuando la segregación de colores de piel llegó a su final en los EE.UU. en 1964.

Las voces negras se están dejando escuchar. Grita sus nombres. No olvides utilizar tu privilegio para apoyar a tu prójimo y ayudar a que su voz sea escuchada. Merecen vivir en paz, sin sentir un peligro inminente que amenaza sus vidas diariamente.

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Este reportaje forma parte del segmento semanal de #ACuentagotas, que se publicará todos los viernes. Se trabajarán noticias, reportajes y entrevistas de actualidad con un formato más fresco, conciso y actual.

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