(Foto: Escuela Superior Vocacional Dr. Heriberto Domenech/Facebook)

Por Messier Torres Feliciano

El colapso de la escuela Agripina Seda, en Guánica, trajo incertidumbre a las escuelas luego del terremoto de magnitud 6.4 que estremeció a Puerto Rico el 7 de enero. Las inspecciones realizadas por el Departamento de Educación causaron polémica en las pasadas semanas. Los padres señalaron las discrepancias que observaron en parte de los informes. Sin embargo, el semestre escolar dio inicio y los maestros expresan estar listos para sobrellevarlo.

Aunque los maestros se sienten preparados para impartir clases, su mayor preocupación son los estudiantes. A Yaritza Cruz, maestra de español en la escuela Dr. Heriberto Domenech, en Isabela, le preocupa la sismo resistencia del plantel en el que labora.

“Mi salón está en un segundo nivel, no puedo decir que me siento completamente segura ahí porque verdaderamente ante esta situación, es algo que no tenemos control. No obstante tenemos que seguir trabajando por los mismos estudiantes”, expresó Yaritza Cruz.

Cruz afirmó sentirse “parcialmente segura” a pesar de que en la escuela Dr. Heriberto Domenech se han hecho varios simulacros y el Departamento de Educación ofreció una orientación.

Mientras, Awilda Cardona, bibliotecaria de la escuela José C. Rosario, en Isabela, aseguró sentirse segura en su zona de trabajo, aunque le preocupa la posibilidad de que suceda un sismo.

“Si va a ocurrir [un sismo], que me de tiempo de salir con mis estudiantes, porque si le llega a pasar algo a los estudiantes yo me muero”, expresó Cardona. Además, la bibliotecaria confesó que trata de mantener informados a los estudiantes que llegan a la biblioteca sobre los movimientos telúricos.

Tras el paso del huracán María por Puerto Rico, el programa Immediate Aid to Restart School Operations (Restart) asignó $589 millones en fondos federales al Departamento de Educación. Estos fondos fueron otorgados para ser utilizados en la recuperación de las escuelas luego de un fenómeno atmosférico. Según la psicóloga Lourdes A. López, estos fondos se podrán utilizar para brindarle charlas al personal docente que necesite ayuda emocional. Estos fondos estarán disponibles hasta agosto de 2021.

López, quien tiene 18 años de experiencia en psicología escolar entiende que no solo se debe evaluar la salud mental de los empleados y maestros como un factor que puede afectar a los estudiantes, sino que también se debe evaluar a los padres. “Los niños están reflejando la ansiedad de los padres con relación a esto [actividad sísmica]”, agregó la psicóloga.

Además, Lourdes A. López, quien es vicepresidenta de la Organización de Psicólogos Escolares, aseguró que el Departamento de Educación provee ayuda psicológica a los docentes, estudiantes y, en algunos casos, a los padres. La ayuda puede ser provista por los psicólogos escolares y por el personal del programa Restart, quienes se especializan en traumas causados por fenómenos atmosféricos.

“Si la dificultad no se resuelve con una sola charla o las herramientas que se pueden ofrecer durante una conversación primaria, pues hay que referir de forma externa para que un profesional lo entreviste, lo evalúe y cree un plan de tratamiento”, especificó López.

De ocurrir otro fenómeno natural, el Departamento de Educación cuenta con los recursos económicos para brindar ayuda psicológica individualizada al personal docente y no docente que así lo amerite.

Este reportaje forma parte del segmento semanal de #ACuentagotas, que se publicará todos los viernes. Se trabajarán noticias, reportajes y entrevistas de actualidad con un formato más fresco, conciso y actual.

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