Por: Agro. Carlos A. Flores Ortega
Los avances tecnológicos iniciados hace varias décadas, se han convertido en la mejor herramienta que está motivando a una nueva generación de jóvenes a considerar la agricultura como su forma de vida y sustento, contrario a los comentarios que a veces escuchamos de que los agricultores van a desaparecer. Los agricultores no van a desaparecer nunca, pero sí se van a transformar en nuevos agroempresarios con más funciones y responsabilidades para aceptar los retos de un Mundo muy distinto a la época de la revolución verde cuando se incrementó la productividad agrícola entre 1960 y 1980. Esta revolución verde iniciada por el Premio Nobel Norman Borlaug tuvo un gran éxito para evitar un déficit alimentario, pero no se dio suficiente relevancia a la calidad nutricional y el cuido de la tierra. Con estas experiencias podemos afirmar que ahora el sector agrícola está atravesando por una triple revolución; ecológica, digital y cultural que va a superar la producción de alimentos con mucho más cuidado a la salud y al ambiente que antes.
Los grandes desafíos que han inspirado la utilización de nueva tecnología a nivel Mundial son el cambio climático, las presiones de desarrollo de actividades industriales en áreas agrícolas, movimientos y cambios demográficos, altos costos de producción principalmente en energía, transporte e insumos de producción como fertilizantes y la escasez de mano de obra para los trabajos menos remunerados no diestros en la agricultura. Por eso poco a poco las fincas agrícolas se están convirtiendo en un complejo de datos, sensores, tecnologías, equipos robóticos y automatizados que combinan una gran cantidad de información para la toma de decisiones del negocio en una fracción de tiempo y con gran precisión. Esto es terreno fértil para los nuevos agroempresarios que crecieron en un mundo mucho más tecnológico y se sienten cómodos con la innovación contrario a agricultores experimentados en técnicas más tradicionales. Ejemplos de estas nuevas tendencias que estamos viendo en Puerto Rico son la automatización de invernaderos de producción o la llamada agricultura en ambiente controlado. Estas son estructuras que cuentan con una avanzada tecnología de sensores de humedad, temperatura, índices de fertilidad del suelo y luz que hacen que el sistema mantenga las plantas siempre en un ambiente óptimo de crecimiento sin la intervención del ser humano. Esto hace posible maximizar el área de siembra y extender la vida útil de producción de las plantas duplicando su rendimiento con menor esfuerzo y gasto.
Las fincas que están teniendo éxito para mercadear sus productos en las grandes cadenas de supermercados y para exportación, han incorporado tecnologías de trazabilidad que no es otra cosa que el rastreo de los alimentos desde el lugar de la cosecha hasta la llegada a la góndola del mercado a través de registros de identificación digital como los conocidos QR Code o Bar Code que pueden ser monitoreados hasta por el teléfono celular del agroempresario. Cadenas de supermercados han adoptado estos sistemas en todos sus productos de alimentos locales y han sido de gran ayuda para levantar estadísticas de inventarios, épocas de mayor o menor demanda lo cual ayuda al agroempresario a planificar sus cosechas en las épocas de mayor consumo.
Los nuevos agroempresarios están muy conscientes de la utilidad del uso de sistemas de información geográfica (GIS por sus siglas en inglés) para comprender la posición ideal para sus siembras respecto a su ubicación cardinal, geográfica, tipo de suelo, inclinación del terreno, dirección del viento, lluvias, etc. De esta forma, se hace un uso más eficiente al terreno protegiendo zonas sensitivas para el recogido de aguas de escorrentías y exponiendo las plantaciones en la orientación más adecuada para su crecimiento. La utilización de la ciencia de datos climatológicos es otra fuente de tecnología valiosa que ésta nueva generación de agroempresarios está utilizando al máximo. Son múltiples las aplicaciones que permiten con gran precisión predecir eventos atmosféricos y poder optimizar los ciclos de crecimiento de las plantas y animales proveyendo lo que les faltara o minimizando lo que podrían tener en exceso por razones ambientales. Esto es muy práctico y ha sido utilizado por los agricultores cuando se avecinan temporadas de lluvia, tormentas o sequías prolongadas para la toma de decisión de si se cosecha o no en un momento específico para no afectar la calidad.
Contrario a la época de la revolución verde, hoy la revolución agrícola se enfoca más en la agricultura regenerativa, que no es otra cosa que promover la biodiversidad o evitar los monocultivos a gran escala. El cuido de la tierra como un elemento vivo que se tiene que mantener saludable con el menor impacto o labranza unido a mantener coberturas verdes, rotación de cultivos, uso de fertilizantes amigables al ambiente, uso de variedades resistentes al igual que control integrado de plagas.
Algo que atrae, sin duda, a las nuevas generaciones de agroempresarios es la utilización de la robótica. Muchas actividades en la finca se adaptan a estas tecnologías donde podemos realizar tareas que antes hacía el ser humano y maximizar esa empleomanía en otras funciones dentro de la finca mejor remuneradas. En Puerto Rico ya contamos con vaquerías robóticas donde todo el ordeño lo hacen robots, también se están utilizando sembradoras de semilla, cosechadoras, clasificadoras de calidad en hortalizas, frutales y café. La utilización de drones ha revolucionado la producción agrícola de muchas formas desde su capacidad de ofrecer seguridad y monitores en la finca, hasta de servir como instrumento de agricultura de precisión a través de sensores que indican la condición del terreno, los cultivos y los animales sin tener que ir al campo.
Por último, y quizá el aspecto más importante, es la facilidad con que esta nueva generación de agroempresarios está manejando las tecnologías de la conectividad. El Mundo cambió y de repente podemos estar en todos lados virtualmente. El uso del internet está facilitando esta comunicación y abriendo puertas que permiten llegar a compradores potenciales de todo el Mundo y vender directamente sin necesidad de intermediarios. Las nuevas generaciones tendrán que resolver los problemas que aún tenemos, pero estoy seguro de que con las herramientas tecnológicas existentes y en desarrollo y sus habilidades para manejarlas lo van a lograr.
El Agro. Carlos A. Flores Ortega tiene un bachillerato en Ciencias Agrícolas y una maestría en Horticultura y Fisiología Vegetal de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez. Es catedrático asociado en el Departamento de Ciencias Agroambientales en dicha institución universitaria.
