Dirigente deportivo: el séptimo jugador de la cancha

En cancha son solo seis los jugadores, por lo que el entrenador se convierte en la séptima posición. Foto por Karina del Sol González Soto.

Por: Karina del Sol González Soto

El entrenador deportivo, es una figura clave en la vida de los deportistas. No solo ayudan a los atletas a desarrollar su potencial y obtener el máximo rendimiento. Sino que son, en gran medida, los responsables del éxito de cada equipo.

Como entrenador, llevar a cabo un plan de trabajo no es tarea sencilla, requiere estudiar continuamente los equipos contrarios para conocerlos y  así poder idear un plan específico con un mismo fin.

“Como dirigente llevar a cabo un plan de trabajo es un poquito complicado. En esa estructura de preparación, tanto yo como los jugadores vemos videos, estudiamos el otro equipo, vemos las fortalezas como también sus debilidades y de ahí hacemos un conglomerado de fortalezas y de estrategias para poder lograr ese cometido que es una victoria”, expresó José Bujosa, dirigente de voleibol del equipo de las Lobas de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA).

La meta del dirigente siempre está clara en la victoria, sin embargo las derrotas son parte del proceso natural del juego. ¿Cómo enfrentan las derrotas los entrenadores?

“De las derrotas se saca siempre algo positivo y pues obviamente tenemos que buscar el nivel mental  para poder sacar lo positivo y prepararme para tener una victoria o enfrentarme a otro equipo de un gran nivel”, destacó el entrenador de voleibol.

Desde la banca, muchas veces las instrucciones dadas no son ejecutadas por los jugadores como el entrenador quisiera. Es ahí cuando entra el importante rol de la confianza que depositan los entrenadores en sus jugadores.

“Si no me sale ese plan de trabajo, que lo estructuré para ese juego, pues para la próxima práctica lo seguimos entrenando y lo seguimos trabajando para beneficiarnos de aprender de eso que no pudimos ejecutar”, recalcó Bujosa.

En adición, el dirigente enfatizó la importancia de tener una buena química como grupo, ya que no solo se trabaja con una sola mente, sino que es la unión de un colectivo lo que forma un equipo.

“Obviamente cada cual tiene sus cualidades pero vamos navegando a ese mismo fin que es lograr la meta asignada”, mencionó.

El rendimiento deportivo y el talento no son lo único que se necesita en un deportista. Estamos en un momento de evolución en el cual los paradigmas continúan en constante cambio y es de suma importancia preparar a los jugadores, no tan solo físicamente, sino a su vez mental y emocionalmente.

“Como dirigente la parte mental se lleva en cuestión de confianza en la jugadora, eso va desde un pre-season. Tener una buena base para que la jugadora pueda estar en un óptimo nivel y pues ahí nosotros como coaches reforzamos ese plano mental para poder estar lo más eficiente posible para el juego”, enfatizó el dirigente de las Lobas.

Actualmente, el equipo de voleibol femenino de la UPRA ocupa el cuarto lugar en la tabla de posiciones de la Liga Atlética Interuniversitaria de Puerto Rico (LAI).

El dirigente reconoció que estar entre las mejores cuatro del torneo y llevar al equipo lo más lejos posible ha sido su meta desde el primer momento.