Manatí Bajarí | Suministrada por Centro Conservación de Manatíes del Caribe
Por: Julián G. Valle Santiago
El mamífero de gran tamaño y peso pertenece a un grupo de animales que se encuentran en peligro crítico de extinción.
‘‘Nuestras acciones son las que están ocasionando la extinción de la especie’’, indicó Griselle Rodríguez, bióloga marina y coordinadora de la División de Pesquería Deportiva y Recreativa, y del Programa de Rescate Mamíferos Marinos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA).
Gestación
El manatí es herbívoro, su alimento principal son hierbas marinas y plantas acuáticas. Consume un siete por ciento de su peso por día en plantas y toma agua dulce frecuentemente.
Las hembras son regularmente avistadas con sus crías por dos años. Cuando se observan en grupos es porque están en tiempo de reproducción.
Rodríguez aseguró que, dado el tamaño de este animal, es difícil para las manatíes gestantes tener más de una cría.
Peligro de extinción ¿Por qué?
El peligro de extinción en la especie de manatíes existe desde que los indios taínos consumían su carne y realizaban armas con sus huesos. Los puertorriqueños empezaron a llamarle ‘‘siete carnes’’ porque decían que su sabor variaba si la preparación de esta se hacía diferente. Esto provocó que sus poblaciones alcanzaran niveles bajo de reproducción, relató la bióloga marina.
Según Rodríguez, el último caso de cacería en la isla se reportó a principios de los años noventa. En la actualidad, son reportes por impactos de embarcaciones lo que los mantiene en peligro de extinción.
En Puerto Rico, se le suma su lenta reproducción por factores como las redes de pesca, basura desechada en el agua, impactos por lanchas y jet-skis, cortaduras por hélices de embarcaciones o botes, enfermedades y pérdida del hábitat por construcciones del ser humano en las costas. Todos estos factores contribuyen a que el manatí se encuentre en peligro de extinción.
La amenaza mayor en la isla son las embarcaciones a grandes velocidades en los pueblos de Cabo Rojo, Lajas y Salinas.
El último censo aéreo en agosto de 2022, estimó que hay alrededor de 532 a 700 manatíes en la isla. Este se realiza cada cuatro años.
Centro de Conservación de Manatíes del Caribe
El Centro de Conservación de Manatíes del Caribe se propuso en el 1977 por un grupo de biólogos de Puerto Rico. Surgió la Red Caribeña de Varamiento (RCV) en 1989, en la Parguera en Lajas. Esta es una organización sin fines de lucro que se dedica a la conservación de cetáceos, hongos e investigación científica para el rescate y rehabilitación del manatí.

En el 2009 surgió una alianza de la RCV con la Universidad Interamericana de Puerto Rico, la cual creó el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe en el recinto de Bayamón ‘‘es una organización sin fines de lucro que se dedica a la rehabilitación y liberación de manatíes, aves y tortugas’’, explicó Yabriel Pagán, educador y biólogo de este centro.
Además, este cuenta con siete programas que llevan a cabo el cuidado de estas especies. Estos son rescate, educación, calidad del agua, rehabilitación, cuidado veterinario, investigación poblacional y apoyo vital. También, este ‘‘es uno de los pocos centros de cuidados intensivos de Estados Unidos’’, indicó Pagán.

En el año 2010 recibieron el primer manatí.
Actualmente el centro tiene en rehabilitación a tres manatíes, dos tortugas, varias aves marinas y aves de rapiña.
Hábitat
‘‘Animal que viene y va’’, comentó Griselle Rodríguez sobre los avistamientos de los manatíes en las costas de Puerto Rico.
Vieques y Culebra
La presencia de la Marina de Guerra de los Estados Unidos jugó un rol importante al impactar a la población de los manatíes. Esto debido a las prácticas militares que realizaban. Lo que ocasionó que los manatíes no estuvieran en las costas y no se llevaran a cabo censos aéreos.
‘‘No tenemos evidencia de que algún manatí haya muerto por la Marina, pero sí de que el ruido debajo del agua los afectara’’, señaló Rodríguez.
En la actualidad hay avistamientos o reportes de manatíes que indican que estos se trasladan entre Vieques y Culebra y luego regresan a la isla grande.
Huracanes y oleaje
Los manatíes en tiempos de alto oleaje se ‘‘guarecen’’ en zonas de manglares o en bahías cerradas, según explicó la bióloga marina.
«Una vez pasó el ojo, volvieron a mar adentro», relató al referirse al paso del huracán María en el 2017.
Dos días luego del paso de este fenómeno atmosférico por la isla, personal de la División Pesquería Deportiva y Recreación del DRNA recibieron alertas de un manatí varado en la zona de Humacao y dos muertos en Fajardo, pero no encontraron nada. Nunca fueron confirmadas dichas muertes.
Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción, Ley 241, Ley 257 y Reglamento 6776
‘‘Cada ley cubre una gran variedad de especies y hay leyes que ponen al manatí en peligro de extinción’’, señaló Yabriel Pagán, educador y biólogo del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe.
La Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción de 1973 protege al manatí y prohíbe las prácticas de hostigar, persuadir, dañar, herir y/o capturar a cualquier ejemplar de esta especie.
Asimismo, la Ley 241 de Vida Silvestre de Puerto Rico del año 1999 protege a las especies en peligro de extinción y sus hábitats.
La Ley 257 del 16 de diciembre de 2011, aprobada el 31 de octubre de 2013, declara que el 4 de noviembre de cada año como el ‘‘Día de la concienciación en torno a la protección del manatí’’.
El Reglamento 6776 rige las especies vulnerables y en peligro de extinción en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico por el Departamento de Recursos Naturales radicado el 11 de febrero de 2004.
Importancia
“Cada animal tiene su rol en el ecosistema’’, enfatizó Pagán.
Además, sostuvo que los manatíes son como ‘‘centinelas de la salud’’ ya que, si sucede algo en un cuerpo de agua, son los primeros que se ven afectados. De esta forma, dan aviso a los humanos de que ocurre algo que los pone en riesgo en dicho lugar.
¿Qué se recomienda?
Los expertos en conservación de manatíes hacen varias recomendaciones:
Navegar despacio en una embarcación o jet ski. Los manatíes ‘‘se miran, pero, no se tocan’’. Al pescar, recoja y no deje tiradas ni desatendidas las redes y no tire basura. No le ofrezca alimento o agua, ya que solo se alimentan de yerbas marinas y agua dulce. Ante todo, exhortan a involucrarse en su conservación.
Si encuentra un manatí herido o muerto, llame al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales o al Centro de Conservación de Manatíes del Caribe.
Reportaje editado, para leer el original puede acceder al siguiente enlace: Los humanos: Un peligro para los manatíes caribeños
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